Del Café, el Chocolate y la Tibieza

Porque el calor es la evidencia de la vida…
y hay veces en las que el café solo, se enfría demasiado a prisa.
#TrancasB

Tome dos tazas de agua y agréguele un palo de canela y otro de acacia, cinco clavos de olor, cuatro bayas de enebro e igual de pimienta de Jamaica (malagueta), dos chorritos de esencia de vainilla, uno de licor de naranja, tantas pizcas de pimienta de Cayena como pueda aguantar  su boca y la ralladura de un limón verde (lima)… deje que todo hierva, hasta que las especias infusionen el agua con sus aromas. Retírelas y en el agua, derrita 10 barras de chocolate negro al setenta por ciento. Agregue una taza de leche de coco, dos de leche de almendras, una buena pizca de sal y azúcar negra al gusto (aquí funciona muy bien el jarabe de Agave, o el edulcorante de su preferencia). Revuelva constantemente con una cuchara de madera, para evitar que se rebose. Termine, espesando con una cucharada de mantequilla con sal, un chorro generoso de café amargo recién colado y ralladura de nuez moscada. Sirva en un tazón, con abundancia y decore con una ramita de romero.
Nota: no se salte la pimienta de Cayena, es importante que pique… aunque sea un poco.

Cuando se lo esté tomando, procure dejar abierta al menos una ventana, sino la puerta, por donde mejor se cuele el frío pelú que hace en este Invierno -o el frescor de la madrugada, si está en el sur-. Así sentirá mejor cómo se le entibia la piel de las manos mucho antes de llegar a tocar la taza, cómo los aromas plagan la memoria con recuerdos, cómo el calor se desliza cuerpo adentro y se expande hasta arrancarle lentamente una sonrisa.

Si es usted uno de esos seres atrevidos, tueste un trozo de pan y úntele con mantequilla y, entre suspiro y sonrisa, báñele con chocolate antes de llevárselo a la boca. Coma con ganas, saboréele sin mayor prisa, disfrute de su soledad (a este punto sólo se permite la tibia compañía de un perro, o dos, o tres, acurrucándole los pies). Disfrute del silencio que le permite escucharse respirar y de paso, aproveche para dejar ir… para quererse más… para perdonarlo todo.

Si después de este tiempo consigo mismo, no se le entibia el alma… olvídese de todo y entiérrese, que usted hace tiempo se murió, pero nadie se lo han dicho todavía. Muackkk! ^_~

V.Hayes para T.B. (2017)

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