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Cuando se lo comunicaron se derrumbó, toda su vida se caía como un castillo de naipes, pero una vez repuesta, decidió afrontar esa lucha y salir vencedora.
A partir de ahí su vida cambió, recolocó sus sentimientos, sus valores florecieron y decidió que su pañuelo en la cabeza sería como un trofeo que luciría con orgullo, diciendo a todo el mundo que ella era una luchadora incansable.
Los momentos duros los pasó arropada por los suyos, cuando las fuerzas menguaban siempre tenía quien la aupaba y así, juntos, consiguieron ganar la batalla.
©Pilar Lamas
18 Octubre 2013
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En días que parecen desamparo
hago volar mi energía
-la dorada energía que sana-
y se ciñe al milagro de vida
que anuncie la celebración
en la palabra que te nombre.
Dile que vienes
de la región de luz que arrasa tinieblas
dile que el día está de brazos abiertos
dile que tu estatura creció y eres libre.
Estaré contigo
estarás de pie con tu rostro iluminado
estaremos a puro corazón
en nuestra casa redonda de armonía.
©Cecilia Ortiz
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Ajena
¡Ah! “olvidamos que somos, los demás
de los demás…”
A.C.
Qué me importan tus senos,
tus niños, tus guerras
el hambre
que retuerce por las noches tus tripas…
tu rabia
tu impotencia
… o la injusticia
con que amargas el café
por las mañanas.
Qué me importa
la tragedia que les ocurra
mal o bien, después de todo…
¡que se jodan los demás!
©M.A.
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Ayudo a mi alma para que la enfermedad no pueda con mi personalidad… Me repito todos los días: “En la infinitud de la vida, en donde estoy todo es perfecto, completo y entero. Acepto la perfecta salud, el estado neutral de mi ser. Conscientemente renuncio a todos los modelos mentales, que desde mi interior pudieran expresarse como algún malestar… con amor y aprobación me acepto. Con amor y aprobación acepto mi cuerpo, y lo nutro con bebidas y alimentos sanos y lo ejercito de formas gratificantes y entretenidas. Reconozco en él un mecanismo magnífico y asombroso… y agradezco el privilegio de vivir en él. Rebosante de energía… Todo está bien en mi mundo..” Pero esto no es la panacea tengo que ponerlo todo en práctica … y… ¡¡¡ eso choca con la realidad!!
©Araceli García Martin
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Al quinto día (de la quimio)
El fogonazo aparece al quinto día
cuando los humores corroen los tejidos.
La golpean, la atraviesan, me desgarra
sentirla descoserse entre quejidos.
Me consume el veneno que la cura,
la espada que destroza los chacales
que hicieron madriguera con su pecho,
que hundieron en su carne sus metales.
Lárguense lejos, los reto, les suplico,
líbrenla del espanto y la tortura;
hallen en otros huesos sepultura
para sus dagas de ácidos y hieles.
Ella no se merece sus centellas.
Ella no se merece sus navajas.
Créanme, no les conviene su dulzura.
Hagan de otra carne pasto de sus llamas.
No hay espacio entre nosotros para ustedes.
No hay lugar para ustedes. Aquí no mandan.
©José E. Muratti-Toro
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Una fría tarde al cobijarme en mi cama para abrigarme note en mi seno una bola, opte por imaginar que no era nada malo…Con el paso de los meses vi que era más grande, la cual no me dolía. Ello alivio mi preocupación. Me perdí buscando un lugar en donde refugiarme…sin embargo, poco tiempo después la situación empeoró comencé a sentir ardor en el seno y el pezón se hundió, fue ahí cuando supe que se trataba de algo grave, por lo que de inmediato acudí al médico. Los resultados fueron positivos Cáncer de Mama: fase tres. A los 14 días de haber recibido la primera quimioterapia, mi cabello empezó a caer, además del gran malestar físico que me ocasionaban… Busqué calor, ese calor que sólo podemos percibir las personas que lo necesitamos, que todavía no lo he encontrado. Flaqueo y siento que mi alma muere lentamente si no le calmo. El miedo no me abandonó durante este tiempo, no quería preocupar a la familia.
La incidencia de cáncer de mama aumenta en el mundo, lo que se debe a factores como la mayor esperanza de vida es mucho. No voy a entrar en el juego de decir si lleva o no razón; así que dejando odios y rencores a un lado, pero la detección temprana juega un papel importante entre la vida y la muerte. Cuántas veces escuché esto antes, pero hasta ahora comprendí lo que aquel mensaje puede hacer en la vida de muchas mujeres.
Esta batalla es de todos, tanto hombres y mujeres, por ello es necesario que nos informemos y procuremos llevar un estilo de vida saludable. ¡Porque a tiempo todo se puede curar!
Hoy ese miedo tan grande que tenía poco a poco lo fui venciendo.
Aquí estoy a la mitad del camino sin saber si tirar hacia arriba o hacia abajo. Tengo fe en conseguir lo que busco… ¡Vivir un poco más!
Necesito que no sean necesarias las lágrimas para volver a levantar el vuelo…
©Nilda Calderón A.
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Mi Pelona
Cuando le dieron el diagnóstico maldijo y renegó de tantas cosas… Tenía miedo… aunque procuraba disimularlo con una sonrisa que no llegaba más allá de una lastimosa mueca. Hundida en un abismo oscuro, plagado de silencio… el cansancio le llegaba al alma.
Al día siguiente, abrió la puerta del baño en el preciso momento en que depositaba la rasuradora eléctrica sobre el lavamanos, y me frotaba la pelona cabeza.
-Ahora ninguno de los dos tendremos que preocuparnos de la calvicie-, le dije, mientras le guiñaba mi recién estrenada complicidad. Me miró largamente, sin pronunciar palabra, -durante un breve instante que a mí, me pareció eterno- luego, a su gesto de sorpresa, le siguió una estruendosa carcajada.
La lucha, comenzaba apenas. Pero de aquella mañana sólo sobrevivió el recuerdo de sus cabellos y los míos, mezclados en el suelo, haciéndose el amor.
©Jc Brenny (2003)
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A Fabián ( 7 años) le detectaron un tumor , del que fue operado exitosamente. Cuando se recuperó volvió al colegio y, en el recreo me pregunta:
– Maestra, los muertos dejan su cuerpo en el cementerio, ¿ y el astral dónde se va?
– A descansar, o a trabajar con los hermanos mayores al Cielo.
– Puede venir el cuerpo todo horrible a buscarnos?
– No, puede venir el Astral a verte, a ayudarte, a hacerte compañía; pero el Astral es hermoso, es energía Cósmica y no tiene que darte miedo.
Lo tranquilicé y lo llené de luz rosa de amor y violeta para transmutar sus miedos en seguridad y alegría. Nunca más sintió temor y no volvió a tener ahogos ni fiebre alta.
HABIA APARTADO EL MIEDO DE SU MUNDO INTERIOR, CON TAN POCO…
©María Daloisio
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Soy enfermera y he trabajado en el área de cuidados paliativos a enfermos terminales, que lejos de ser triste es un lugar de buen ambiente pues no hay restricciones de comida ni bebida, todos pueden comer lo que deseen, oír musica, en fin lo que ellos les plazca; fue ahí que conocí a esta anciana de 89 años enfrentando un cancer de mama terminal. Un dia vino a decirme que queria llenar los crucigramas y le conseguí unos cuantos; era muy inteligente, al cabo de unos días ya éramos amigas y fue cuando me contó que llegó en barco a New York, después se casó con un cubano y vivió 30 años en Cuba; también de sus múltiples enfermedades, hasta que un día a sus 84 años se encontró una bolita en su mama que la llevo a cirugia y tratamientos; pero me dijo: ya es hora de partir y no estoy preocupada porque he tenido el privilegio de llegar a esta edad, he luchado pero ya papa Dios quiere verme y ya es hora de volver a casa, he peleado cuatro años y sé que no es el fin, algo mejor me espera en mi viaje. ¡Cuánto valor! Estas palabras de una anciana me llenaron de esperanza y siempre digo: Algo mejor me espera…no es el fin. A seguir luchando porque somos guerreras.
Dina Benavides Carcamo
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A Trancas y Barrancas 