¡Es que no! Sin importar cuánto lo calcule -al derecho o al revés-, el trato desde distintas perspectivas, o el color del cristal con que se mire… aún después de sacarle la raíz cuadrá’… lo bailao’ no te lo despinta nadie.
¡Es que no! Sin importar cuánto lo calcule -al derecho o al revés-, el trato desde distintas perspectivas, o el color del cristal con que se mire… aún después de sacarle la raíz cuadrá’… lo bailao’ no te lo despinta nadie.