Un día se enfrentaron, en una épica batalla, «lo que nunca he tenido» contra «lo que perdí». ¡Mira que pasarme a mí!, que con tanto cuidado supe guardar las distancias, manteniendo a cada cual en rincones apartados de mi cabeza y de mi corazón.
Cabe decir que, de aquella trascendental confrontación, el único daño colateral fui yo… que bien aprendí la lección de no volver a conjugar en un mismo anhelo, los sueños con los recuerdos, por mucho que se parezcan entre si, o coincidan en llevar un mismo nombre.
TrancasBarrancas
👌
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Marina! 😉
Me gustaMe gusta
Me gustaLe gusta a 1 persona