Del Café y las Complicidades…

En el café de las mañanas rallo un poco de nuez moscada… y con la palma de la mano derecha, en movimientos circulares, recojo las virutas que caen fuera del tazón; luego la froto contra la izquierda, y llevo ambas manos hasta mi nariz en una especie de mascarilla orgánica, improvisada. Respiro profundo y entonces llega ella… mi vieja. 
Mi viejita hermosa, plagada de canas y sin una arruga visible, como yo; rallando la nuez moscada sobre su café con leche de las mañanas. 
¡Cuánto tenemos pendiente por conversar! Desde dos espacios distintos nos miramos, y cada una sonríe a la otra… desde el recuerdo ella… desde la presencia, yo.
Sigues jugando con fuego, me dice… y yo le guiño un secreto acabado de estrenar. Ella se ríe a carcajadas, porque sabe que, siguiendo su buen ejemplo, el café lo tomo amargo… y a los hombres, sólo cuando quiero.

#vitahayes

by desconocido