Cuando el alimento comenzó a escasear, el continuaba plantando flores, que misteriosamente amanecían a las puertas de aquellos desesperanzados que estaban apunto de morir. Así lo hizo hasta el último día en que el hambre vino a por él.
Que deberei sacar hoxe da chistera, para trocar en maxia os silencios. Que alta subirán agora a corda, que espera polos pasos deste equilibrista. Quitarán hoxe a rede? Quizais para non morrer, só quede caer… Só existe un modo de sabelo, camiña… camiña.
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Qué deberé sacar hoy de la chistera, para trocar en magia los silencios. Cuán alta subirán ahora la cuerda, que espera por los pasos de este equilibrista. ¿Quitarán hoy la red? Quizás para no morir, sólo quede caer… Sólo existe un modo de saberlo, anda… anda.