“Tú y yo nunca aprenderemos a coincidir…”
Me acerco…
y te huelo el miedo.
Más allá del punto de quiebre,
crece mi resiliencia de ti
… y las intrigas de tu boca
quedan sin pronunciar
en los besos que nunca nos dimos.
¡Maldito cobarde!
Ya poco queda
de aquel corazón de metal
que se hizo carne
para sufrir contigo.
Seco el llanto
y enmudecidos los reproches,
sentirás las dagas negras de mis ojos
clavadas a tu espalda
aun después de haberme ido.
Confieso que nunca hice caso
de tu clarividencia…
Ese dejarlo vivir tan sólo,
para saber que nació muerto.
Perverso profeta.
Cuando me eches de menos
no te olvides
que en un vaso de ron
también pueden escucharse
las olas de mi mar.
Tú y yo… nunca aprendimos a coincidir.
©TrancasBarrancas
Las coincidencias a veces llevan toda una vida elaborarlas!! Y aún así a veces gana la divergencia. Buen poema!!!
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Gracias amiga! Siempre un gusto encontrar tus huellas. 😉
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Las coincidencias se convierten en costumbres, las costumbres matan la coincidencia….! habrá que seguir paseando !!!
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Y seguir viendo y seguir viviendo… 😉
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No hay coincidencia posibles cuando lasaguas se alzan infranqueables, no hay peor tristeza que la de extrañar lo que nunca jamás sucedió, los besos que nunca pasaron, la conjunción que jamás se realizó. Las dagas no cortan tan fuerte como esa melancolía de lo imposible.
Beso bermejo
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Imposible pedir mejores ojos que los suyos, para leernos e interpretar nuestras intenciones. ¡Qué privilegio! ¡Gracias! 😉
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Alejandro R: Y bueno Miga a manera de saber la versión del apuñalado… jeje!
Seré breve
ya no quiero ahorcarme en tu recuerdo,
ni amarte a escondidas de la luna
que me sabe ansiosamente tuyo,
ya no quiero que habites mi cuerpo
saber que me matas desde adentro,
que si me miro me revelo en una mirada sombría
y si me tocas un instante soy vuelo a tu encuentro.
Ya no quiero rondar el perfume que olvidaste,
he querido desterrar los cristales de tu nombre,
el dolor que me habita por tus labios,
el movimiento de tus manos en mi espalda
y la locura con que mis sueños te alcanzan.
Mejor seré más breve…
Sal del núcleo de mi alma,
ahórrate despedirte de mis besos,
deja los trozos como estaban,
las astillas de tus palabras encajadas,
no compongas ni el aire ni las brasas,
que tus risas sean mi malaza,
vete ya huye con tu comparsa y tu karma,
por mi parte pensaré que yo solo me engañaba.
A.R.P.
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