Cautivo

 

(… a Marisa Bermúdez)

La soga mira al pie que sujeta… y sonríe. Piensa que es altruista la labor de mantener lo más cerca posible del suelo, a su iluso cautivo; quien no termina de madurar y darse cuenta de que para volar… se necesitan alas.

El pie, siente crecer la llaga que ella -la soga- marca alrededor de su tobillo día tras día. Siente un dolor profundo, mas permanece en silencio, sin quejarse, sin pronunciar ni media palabra… deseando, con todas sus fuerzas, haber nacido boca.

©V.Hayes para T.B. (2013)

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