(… a F.J.G.)
“… tantas veces me mataron, tantas veces me morí…
a mi propio entierro fui, sola y llorando.”
Ma.Elena Walsh
Yo quise cantar…
y olvidé que me habían robado la voz.
Quise pronunciar tu nombre
para materializar lo imposible,
volviendo a tu regazo
que lo puede todo…
Mirarme en tus ojos hasta las lágrimas,
justo al momento en el cual
el reflejo se distorsiona
y me alcanza tu boca.
¡Toqué!
Toqué con el puño cerrado
de rabia e impotencia,
hasta desgarrar la carne y
quebrar los huesos
de mis pequeños nudillos.
Y cuando quedaron deshechas las manos,
y ya no había con qué, seguí tocando…
Mudos los dedos…
como mi voz robada,
que seguía llamándote en silencio.
Oculta, en aquella madriguera de conejos
esperé por ti…
esperé a que vinieras a buscarme,
a llevarme lejos
… y seguí esperando
© V.Hayes para T.B. (2013)