«Eres mi vida grande», me susurró mil veces…
T.B.
«Eres mi vida grande», me susurró mil veces…
T.B.
(… a Eva)
Aquella dama cambió la «D» por un látigo.
Y después vino todo lo demás.
Trancas Barrancas
– Algunas veces se ganas, otras…
– ¿se pierde?
– …se aprende.
JcB para T.B.
La Ironía se sentó a la mesa
y terminó comiéndose todas las manzanas.
Al llegar la Duda, tachó de insensata
a la Culpa… quien primero lloró desconsolada
y luego, haciendo acopio
de su legendaria indiferencia en mí,
se levantó…
dejando todavía con hambre
al Olvido.
– Pero no ves que son manzanas… mucho menos una mesa.
– ¿Y acaso crees que no lo sé?
JcB para T.B.
Resultó pues que lo que más amaba,
era precisamente lo que más temía.
JcB para T.B.
Y si te acaricio entre dos espejos…
¿Se prolongará tu goce hasta el infinito?
T.B.
Podía imaginarlos, sus cuerpecitos mutilados, de carnes molidas y pieles tostadas. Mezclados con el agua, la sal y el trigo viejo. Los sentía crujir entre sus dientes, revueltos y empapados de su propia saliva. Resultaba imposible ignorar el asco oculto a medias tras la realidad y su metáfora… la cual le impulsaba a llorar en silencio, cada vez que tragaba su anunciada desgracia. En realidad no los veía, pero en cada bocado de pan rancio que se llevaba a la boca, podía imaginarlos.
Trancas Barrancas
tuyo1, ya.
(Del lat. tuus).
1. Pronombre posesivo. Forma del posesivo de segunda persona del singular, útil para cuantificar cuántas veces en la vida hemos y nos han mentido.
– ¡Soy tuyo!
Jc.B. para T. B.
… a Rafael Fuerte Espejo – In Memoriam
La mariposa bate sus alas,
ignorante,
de que esa pequeña onda
que propaga, ya es capaz
de cruzar los océanos
y desatar la tempestad
más temida de todas…
la que agita el centro mismo del corazón.
Ya no hay isla que se salve.
Ya no somos islas… nunca más.
T.B.
Yo no me quemo… yo ¡ARDO!
Trancas Barrancas
… a Rafael Fuerte Espejo– In Memoriam
La muerte de nuestros seres queridos, en modo alguno puede considerarse buena, pero sí ciertamente útil, para poner en perspectiva nuestra propia vida. Algo así como un Alto, para meditar en el tramo ya recorrido… y visualizar el camino que nos resta.
¿Cómo saber las horas de nuestro tiempo?
Trancas Barrancas
… a Rafael Fuerte Espejo- In Memorian
Nada como la muerte para nublarte los ojos y agudizarte la visión.
Trancas Barrancas
… a Rafael Fuerte Espejo
In Memoriam – 19 de Junio 2015
Me pregunto
en qué pensaste
justo antes de que el vacío,
seduciéndote…
susurrara «¡Ven!»
Si sentiste la levedad
que imprimen
los momentos eternos
que duran apenas
unos cuantos segundos.
Si esbozaste en silencio
una escueta sonrisa…
o si por el contrario,
una discreta lágrima
escapó de tus ojos.
Quién intentó llegar hasta ti,
en un conato último y desesperado
por rescatarte…
la Ofelia de Rimbaud,
el Corazón Coraza
que nunca fue tuyo…
o aquel Viejo nuestro,
que yacía seco de llanto
sobre el asfalto.
Nos quedó un abrazo pendiente
en el tintero
y un reto a medio cumplir.
Hoy reniego de toda la belleza
que no supo retenerte
y maldigo a la poesía
que no sirve para nada.
Hoy te lamento…
en el único modo que aprendiera a llorar
… escribiéndote.
Trancas Barrancas