Miedo

Tengo tanto miedo,
miedo de mí y miedo de ti,
del tiempo que vivimos,
y de los sueños muertos
que deambulan en las noches de plenilunio,
miedo de esta hambre por quererte tanto,
y de esta impotencia por no retenerte.

También, temo por ti,
de tu soberbia y valentía fingida,
temo por el reproche que te viste cada noche,
y el dolor que sembraste en tu alma
con la indiferencia más perfecta,
como el sonido lánguido de un violín moribundo,
scherzo venenoso y melancólico,
tonada, eco distante que nos une y nos abraza.

E. Rivadeneyra P. para T.B.

by desconocido
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