05 | noviembre | 2015 | A Trancas y Barrancas

Cuando el papel arrugado
de tu historia triste
termine echado en cualquier cubo de basura,
indiferente…
y las luces rojas se encuentren tan cerca,
que calcinen tus pestañas
y los químicos, hayan maridado tu cuerpo
con el hambre voraz
que lo consume todo…
entonces, te acordarás de mí.
Y volverás a sentir, inalcanzables
la luz de mis palabras,
de mi risa, de mis ojos…
que un día te brindara, con sutil inocencia.
Y serás como el ciego, que precisa volver a la fe
para seguir creyendo
Y se hablará de ti, tan sólo por un tiempo,
con palabras inútiles y leves
que solapen lo siniestro de tu vida.