Puedo ver la escena… como llega por detrás cual abrazo inesperado y la traspasa, haciéndola arquear la espalda y estremecerse toda. Ella piensa que ha sido la brisa fresca del mar, que ha movido una espiga de trigo, acariciándola el cuello… ¡pero no!, la ha alcanzado el recuerdo que tuve de un momento nuestro.
TrancasBarrancas