Un café por testigo…

Hubo en mi vida una locura que llevaba un nombre parecido al tuyo, olía a tu perfume, sabía más o menos a ti. Creo que tenía tus mismos rasgos, peso, estatura, cabellos castaños, ojos cafés. Cuando hablaba, inventaba las mismas grandilocuentes teorías, que seguían sin tener ni pies ni cabeza, lo mismo que tú. Y cuando sonreía, ¡Ay, cuando sonreía!, era capaz de poner en marcha al mismísimo sol, tal como tú. También fue breve, céfira y leve como el viento del Norte. También se marchó. Y yo hubiese jurado que toda su presencia fue el invento desesperado de mi poca cordura, a no ser por aquel café que fue testigo mudo de nuestro encuentro… pero que cada mañana, rompe las leyes de la lógica y me habla, para decirme que quizás no todo está perdido.

Café Testigo
by desconocido

Huellas