… y pensar que, sin importar los cambios de estación, el paraje continúa siendo el mismo. La piel se muda, pero la esencia permanece… como tú, como yo, agrietados por el paso del tiempo, conservamos desnudo el amor al mirarnos.
“¿MI AMOR?… ¿RECUERDAS, DIME, AQUELLOS JUNCOS TIERNOS, LÁNGUIDOS Y AMARILLOS QUE HAY EN EL CAUCE SECO? ¿RECUERDAS LA AMAPOLA QUE CALCINÓ EL VERANO, LA AMAPOLA MARCHITA, NEGRO CRESPÓN DEL CAMPO? ¿TE ACUERDAS DEL SOL YERTO Y HUMILDE, EN LA MAÑANA, QUE BRILLA Y TIEMBLA ROTO SOBRE UNA FUERTE HELADA? “
El sol viene a bañarme cada mañana.
Me encuentra completamente desnudo.
Hace su trabajo sin hacer una puta pregunta…
y al marcharse,
no me cobra ni un solo centavo.
Nerolí… que tibio te deslizas por entre mis espacios vacíos con rumbo al sur… Calma con tu beso de azahar mi miedoa arder
en el fuego incesante que habita sus ojos oscuros, negros, como la noche.
Mójame con tus aguas. Úngeme con tu aceite y cúbreme con tus flores cuando el amanecer me encuentre desnudo y embriagado en sus amores.
Siento que he comenzado una huida hacia adelante muy propia de mis fases de euforia, vivo como si no hubiera un mañana, como si no hubiera límites, como si yo fuese inmortal, siento que ya he tocado fondo y que desde aquí sólo puedo ir hacia arriba, vivo con la sensación de haber perdido tiempo, esfuerzo, amistad y amor pero contemplo mis errores con indulgencia porque a la postre soy todo lo que tengo y no dispongo de tiempo para criticarme demasiado, siento que todas las oportunidades que da la vida vuelven ahora de nuevo a llamar a mi puerta y estoy en cama desnudo, igual les abro la puerta, siempre he sido un poco descarado y sin vergüenza, siento que habito un cerebro alienígena pero en perfecto estado, ni la enfermedad ni la medicación pueden ahogar su fuerza, he desafiado a la muerte y sigo vivo, no tengo ganas de contarlo aquí, mis victorias me acompañan en profundidad, «fuego camina conmigo», su llama es tan intensa…, y su calor tan puro…, algunos me conocen como indomable y otros como el eterno aprendiz que se ha vuelto experto sin querer reconocerlo pero soy tan pequeño y el universo es tan grande…, y sin embargo tengo toda la fuerza que necesito para mover el mundo, lo sé, ya lo he movido, está vez no necesito los pronósticos de las estrellas ni la valoración de los expertos, mi bestia está creada y caza para mi con mezcla de perfección animal y mecánica, pero necesito al mundo intacto para mis logros, al menos a la mayoría, mis enemigos no caen, mis enemigos quieren ser mis aliados, sólo me inclino ante mis amantes y los ojos de los niños, quisiera redactar una carta de despedida mencionando a cada persona que he conocido para darle las gracias y pedirle perdón pero es tarde, voy hacia delante, al encuentro de los dioses para reclamar mediante conquista lo que es mío y lo que no, nada en la naturaleza pide permiso para lanzar relámpagos y huracanes sobre los hombres, ¿quién soy yo?, ¿quién soy sinó todo lo que pueda ser y conseguir?, he corrido la cortina, he abierto los ojos y la ventana y estoy volando, salí de la caverna y no volveré a entrar a ella para ser juzgado por los ancianos y que me maten, ya jamás volveré a ser el que era.
Aquellos días que estuvimos juntos callaron de vergüenza las palabras… y en las bocas ruborizadas floreció un deseo que enardeció la tarde.
Aquel día en que tu ébano clavó su negrura en mi esperanza … uno, dos, tres, cuatro… se contaron eternos los segundos y se fueron desnudando los secretos.
Cada mañana mis aguas desbordaron tus límites, con el sopor de mayo y su humedad. Cual fruta buena y fresca dejé correr, pendenciera, mi esencia por el contorno de tus labios. Y tú, regresabas sediento hasta mi orilla
de labios clausurados, para sumergirte entero…
Mi paseo también fue mudo mientras te bebía lentamente como un fantasma viudo, nutrido de recuerdos… resucitado en cada instante para poder seguir viviendo.
Después fue el vacío… con la locura como brújula y mi sabor en tu garganta.